En el presente trabajo se evaluará lo que sucede con ciertos medicamentos de uso común en nuestra sociedad como son las anfetaminas. Las anfetaminas son drogas sintéticas se debe preguntar cuál es su real efecto en el organismo, para ello se plantea la siguiente tesis ¿Qué tan adictivas son las anfetaminas en el organismo humano?
Para comenzar se debe explicar qué es una adicción, es una consecuencia del consumo de alguna substancia ajena al organismo con cualidades únicas, que puede darse de manera física o psicológica. Tal como se expresa en el siguiente enunciado “La dependencia psicológica se basa en el deseo de continuar tomando una droga por placer o para reducir la tensión y evitar un malestar.”[1] También se da el factor físico en el cual “ las drogas que causan dependencia física, en el cuerpo se adapta a ellas cuando se usan de modo continuado, conduciendo a la tolerancia y a síndrome de abstinencia cuando se deja de consumir.”[2]
Las anfetaminas son un tipo de droga de fácil acceso, hay muchos modos de conseguirlas, incluso por Internet se pueden comprar, esto genera que no solo abarcan a una clase social, sino a todas, ya que por su alta demanda su valor no es muy elevado, provocando, así esto que una mayor cantidad de personas tenga un gran acceso a estas drogas. Los motivos de su consumo son variados, pueden ser provocados por estrés, depresión o cualquier otra enfermedad, pero su finalidad sigue siendo la misma; buscar un placer y conforte emocional que les produzca olvidar sus problemas, haciendo de este modo que su consumo sea reiterado por el usuario, el cual con el tiempo experimentara una sensación de dependencia, en otras palabras, esto se convertirá en adicción, pero como toda droga adictiva puede causar que el consumidor intente hacer cualquier cosa por conseguir al menos un poco de este producto y puede llegar a perder todo lazo afectivo con sus seres queridos o también afectar su parte social y laboral, además de que lo puede llevar a delinquir en contra de parientes, amigos o entre gente que ni siquiera conoce, se puede hacer daño y/o quitarse algún miembro de su cuerpo para conseguir lo requerido para el consumo de esta droga, hasta incluso puede llegar al punto de vender sexualmente su cuerpo. “El consumo de este excitante está ampliamente extendido y distribuido por todas las clases sociales. A diferencia de lo que sucede con la cocaína que la consumen preferentemente los sectores medios y altos, las anfetaminas son consumidas tanto por ejecutivos que pretenden sobreexcitación como por amas de casa que buscan un anoréxico para sus dietas o por estudiantes que preparan exámenes.”[3]
La anfetamina en el organismo humano provoca diferentes consecuencias dependiendo de la dosis y condición física del consumidor. Algunos síntomas que podemos encontrar son aumento del estado de alerta, comportamiento violento y agresivo , aumento en la energía y actividad motora, sensación de bienestar, aumento de la sinapsis neuronal, aumento en la seguridad y confianza, disminuye el sueño y la fatiga, aumento de la presión arterial y desincronización en el electroencefalograma. En algunos casos sus efectos no son placenteros, ya que incluso pueden provocar temblores, ansiedad, irritabilidad, ira sin razón y repentina, trastornos amnésicos e incoherencia. La manera en que la anfetamina actúa en el cuerpo es la siguiente, es un agonista directo de los receptores pre sinápticos, para noradrenalina y dopamina. A nivel del sistema nervioso central. La anfetamina se une a estos receptores y las activa, induciendo la liberación de los neurotransmisores de reserva alojados en las vesículas de las terminales nerviosas, convirtiendo los respectivos transportadores moleculares en canales abiertos. ¿Estás dispuesto a sufrir una intoxicación?
“En las intoxicaciones por anfetamina puede aparecer ira intensa, con amenazas y accesos de comportamiento agresivo”.[4] Esto quiere decir que cuando una persona consume altas dosis de anfetaminas puede desarrollar en su organismo diversas reacciones que especialmente afecta su comportamiento drásticamente, poniendo, también en riesgo la integridad física de la misma persona como la de las que lo rodean. La intoxicación crónica puede generar embotamiento afectivo, junto con fatiga o tristeza. Sumado el retraimiento social. “Todos estos cambios psicológicos y de comportamiento van acompañados por los siguientes signos y síntomas: taquicardia o bradicardia; dilatación pupilar, elevación o disminución de la tensión arterial, sudoración o escalofríos, náuseas o vómitos, pérdida de peso demostrable, agitación o retraso psicomotores; debilidad muscular, depresión respiratoria, dolores en el pecho o arritmias cardiacas, confusión, crisis comiciales, distonías o coma”[5]. Muchas veces las personas no son conscientes de sus acciones, ya que optan por ingerir grandes cantidades de productos que les entregan felicidad momentánea pensando que así podría ser más duradera, sin pensar en las consecuencias que puede generar a su cuerpo.
El abuso de drogas implica más que la acción fisiológica de las drogas. “Por ejemplo, las personas con cáncer cuyo dolor se trata con opioide como la morfina durante meses o años, casi nunca se vuelven adictas a narcóticos, aunque pueden desarrollar una dependencia física.”[6] Es decir, el abuso de drogas es un concepto definido principalmente por comportamientos disfuncionales y por la desaprobación social que puede recibe el sujeto en situaciones críticas de su estado de ánimo o incluso en la etapa en que su cuerpo y mente se este desarrollando, como la juventud, en la que se crea una sentimiento de curiosidad en todo lo no ha probado y también por el sentimiento de autosuficiencia e independencia que no es totalmente absoluta.
Daniela Márquez Tapia
Rebeca Maturana Matte
Asignatura: Biología
Fecha:05 de julio de 2011
[1] http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_07/seccion_07_092.html
[2] http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_07/seccion_07_092.html
[3] http://www.las-drogas.com/anfetaminas
[4] http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/cecas/qro/anud39_anfeta.pdf
[5] http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/cecas/qro/anud39_anfeta.pdf
[6] http://www.msd.es/publicaciones/mmerck_hogar/seccion_07/seccion_07_092.html
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