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El humano es el ser más evolucionado del planeta, el único consiente de que piensa capaz de modificar su ambiente, de crear arte, de viajar al espacio y hacer mega construcciones pero además es el único que destruye su mundo.

La historia del hombre es una ínfima parte de la edad de la tierra, pero en este mínimo período nuestra especie destruyo miles de millones de años de evolución agotando los recursos que la naturaleza nos provee.

Nuestro hogar, la Tierra era un vasto sistema de recursos que nunca se acababan hasta que el hombre comenzó a sobreexplotarlos, el medio ambiente se autosatisfacía y renovaba sus materiales conforme se usaban, pero el desarrollo de tecnologías e industrias comenzaron a trabajar muy rápido sin darle tiempo al planeta para recuperarse. Por la comodidad que disfrutamos cotidianamente acabamos con el planeta, cada día la tierra es consumida por nosotros, la misma que nos alimenta y nos protege y se acerca cada vez más a su fin.

Nosotros tomamos el camino fácil despreocupándonos de todo, derrochando los recursos mientras podríamos estar buscando formas de renovar todo lo que utilizamos, somos verdaderamente unos inconscientes al no entender la magnitud del problema que estamos provocando, hay personas que han tomado medidas, que ya dieron un gran paso y están devolviéndole la mano al planeta pero aún falta mucho mas, se necesita que todos participen de esto para poder salvar nuestro hogar de la destrucción que esta pronta a ocurrir por el curso que están tomando los sucesos actuales. Ya no podemos esperar que la Tierra siga soportando nuestros abusos, si fuimos capaces de crear tal daño debemos ahora restituir el ambiente para que pueda volver a su estado normal, volver a tener una relación reciproca en que devolvamos algo de lo que utilizamos para que así vivamos en armonía y tengamos nuestras conciencias en paz.

En los últimos años los científicos buscan planetas que pudieran albergar a la población humana ya que saben que estamos acercando el planeta a su fin , pero en lugar de hacer eso deberían estar buscando soluciones al problema ambiental, encontrar nuevas fuentes de energía puras pero buscan la salida  más fácil , huir simplemente del planeta dejándolo en ruinas cuando ya no pueda soportar el daño que hemos causado pero lo correcto sería remediar el daño y hacernos responsables dignamente para no parecer cobardes.                                                            

Hay algo que nos hace creer que somos superiores, nos suponemos dueños y señores del mundo pero no notamos que en realidad dependemos totalmente de el, si dañamos el planeta nos perjudicamos nosotros también, este es nuestro hogar , nuestro soporte , sin el no existimos , debemos cuidarlo , mantenerlo y asegurarnos además de no perturbar el ambiente de los demás animales y plantas que viven con nosotros. Es increíble que una raza en tan poco tiempo haya destruido tanto el hogar que le da soporte y seguridad.

Nuestra inteligencia es el don más preciado que se nos ha entregado y nuestro nivel de raciocinio es lo que nos separa de los demás animales pero no lo estamos usando realmente bien, ya que somos los únicos que matamos al planeta. Si nuestra inteligencia es superior deberíamos ser capaces de cuidar y solo entregar beneficios al planeta agradeciendo por lo que nos entrega, en cambio, nos aprovechamos de el sabiendo que no se puede defender, pero algún día, más temprano que tarde, la Tierra ya no podrá aguantar más y llegará a su fin pero nos llevará con ella o a la mayoría para que paguemos de algún modo por todo lo que hicimos.

Por nuestro abastecimiento ocupamos casi el total de los recursos terrestres de los que solo usamos realmente muy poco desperdiciando y contaminando nuestro alrededor. Los países más pobres se encargan de producir el alimento para el mundo mientras sus habitantes sufren en las peores condiciones de vida, los países potencias son los que más daño hacen pero son los que menos consecuencias reciben. Por nuestra culpa miles de especies corren el peligro de desaparecer para siempre, el hombre mata sin recibir castigo, pero pronto si no recapacitamos la naturaleza nos cobrara por todo el desgaste causado. Por el afán de crear riquezas muchos sufren, para abaratar costos muchas empresas se aprovechan de los más débiles y entre ellos está la Tierra , mientras los ricos se hacen más ricos los desarmados siguen sufriendo injustamente por recibir castigos que no merecen.   

La tierra posee hermosos paisajes que pueden llenar de paz a cualquiera, grandes obras de arte majestuosas que ningún ser humano sería capaz de reproducir, los mismos paisajes que son destruidos cada día por el hombre, no tomamos ni un segundo en disfrutar de ellos menos consideramos el resguardarlos. Cada centímetro del planeta posee vida la cual asesinamos a cada momento. ¿Realmente somos tan superiores para decidir el destino de millones de especies? La vida de muchos está en nuestras manos, si nos destruimos a nosotros asesinamos al planeta y por ende también a todo ser que se encuentre en ella, no somos dignos del derecho de manejar tantas vidas si ni siquiera somos capaces de apreciar lo que tenemos a nuestro alrededor. Las especies que habitan con nosotros que no provocan daño alguno, y si de alguna manera lo hacen es porque son manejadas y alteradas por el ser humano como el ganado, pero aún así reciben las consecuencias de nuestros actos sin poder defenderse ya que no poseen las armas necesarias como para hacerlo. Para que nosotros vivamos muchos deben morir y es muy injusto que no recibamos consecuencias por ello, si solo ocupamos un momento para pensar nadie nos asegura que el sol saldrá otra vez mañana , no tenemos el futuro en nuestras manos pero si podemos cerciorarnos de que nuestro fin no sea producto de los errores que ahora estamos cometiendo , aún podemos cambiar nuestros hábitos de vida , es una tarea muy difícil pero dando pequeños pasos a la vez es posible lograrlo, así tendremos estabilidad y podremos proteger a toda la vida que el planeta alberga , cuidar de nuestro hogar del que somos responsables y sería agradable ser partícipe de su bienestar y no de su destrucción.

                      

 Bárbara Huerta Leiva